El Sí De Abril
Mi hoja en blanco, sin letra alguna.
No quiero ocuparla con vanos motivos.
¿Podré en este abril llenarla de canto?,
¿de verdes paisajes de color rubí?
Tal vez la comience elevando mi tono,
denuncias guardadas de mi atardecer.
denuncias guardadas de mi atardecer.
Callados los cánticos de mis primaveras,
lejanas y amadas…, yo no lo diré
lejanas y amadas…, yo no lo diré
El tronco rugoso de mi mano acaricia
herido de surcos por el lento andar,
humectarse pide, libares de trinos
que en este otoño lo hacen pensar.
herido de surcos por el lento andar,
humectarse pide, libares de trinos
que en este otoño lo hacen pensar.
Hojas, que en música tenue sentíase firmes,
corriendo veloces en tiempos antiguos,
hoy secas murmuran en oro,
su vuelo que el viento jocoso las hace vibrar.
corriendo veloces en tiempos antiguos,
hoy secas murmuran en oro,
su vuelo que el viento jocoso las hace vibrar.
Estoy despojada de tibias cunas y nanas nocturnas.
Mi nido ahuecado, vacío de gestos, de grillos, de rosas.
Con ojos de largos y blancos tiempos
despierta perdido de ingratitud.
despierta perdido de ingratitud.
Abril, principio de nueva carrera,
de olores mágicos, de tibio sol.
Envuelve tranquilo mi espera sin límite,
reposa apacible mi confesión.
de olores mágicos, de tibio sol.
Envuelve tranquilo mi espera sin límite,
reposa apacible mi confesión.
Lejanas leyendas se meten profundo,
inventando tejidos de ocre color.
inventando tejidos de ocre color.
La paz ha llegado, parece gritarle
al miedo latente de la incomprensión.
al miedo latente de la incomprensión.
Lustrosos naranjos, níveos azahares:
frutos dorados, jugoso brebaje
perfuman mi otoñó, alejan dolores…
Abril me acaricia, endulza recuerdo y yo, enamorada, le regalo el “Sí”
frutos dorados, jugoso brebaje
perfuman mi otoñó, alejan dolores…
Abril me acaricia, endulza recuerdo y yo, enamorada, le regalo el “Sí”
Gladis Argüello
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